Fortaleza de Grandes Señores
El territorio de Pioz
Sobre el origen de Pioz hay escasos datos. Esta zona de la Extremadura Castellana es repoblada en el siglo XI tras la toma de Toledo. Perteneció a las tierras del Común de la Villa de Guadalajara, que pasarán a ser de realengo a partir del siglo XIII.
Los Mendoza, originarios de Álava, se asientan en Guadalajara y, en poco tiempo, ocuparán altos cargos en la Corte, ampliarán sus territorios y recibirán títulos de nobleza. D. Iñigo López de Mendoza, I Marqués de Santillana, obtiene en 1430 el territorio en el que hoy se encuentra Pioz. Cederá parte de esas tierras en 1455 a su hijo Pedro González de Mendoza, Obispo de Sigüenza,
Arzobispo de Toledo y Cardenal de Jerusalén.
El castillo y el Señorío de Pioz
En 1469 el Cardenal Mendoza intercambia estos territorios con el secretario del rey Enrique IV, D. Alvar Gómez de Ciudad Real. Este conseguirá el Villazgo de Pioz, será su primer Señor (1475) y promoverá la construcción del castillo, obra que prosigue su hijo Pedro. Durante varios siglos el castillo fue residencia señorial. Tras la muerte sin descendencia del VI Señor de Pioz, la fortaleza y tierras pasan a la Casa de La Cerda (1619). El tiempo fue produciendo daños, el saqueo de sus restos y la caída de sus muros. A mediados del siglo XVIIl estaba ya deshabitado y arruinado.
En 1840 fue vendido a particulares. Parte del castillo se transformó en una granja avícola hasta que el Ayuntamiento lo adquirió, pasando a ser de los vecinos De la Villa
Las defensas exteriores
La primera defensa es el gran foso seco, que dificulta la aproximación de hombres, escalas y máquinas de guerra.
Tiene escarpa con pendiente, sobre la que se instala un antemuro de sillares de caliza. Se accedía a través de un puente levadizo accionado desde la puerta, protegida por torres laterales. En las esquinas hay torres artilleras de doble planta, donde los cañones asomarían por las troneras de tipo cruz y orbe. Encima, el adarve superior con almenas. En la parte trasera del antemuro hay una puerta secundaria o poterna que comunica con el foso.
El edificio principal
Fue construido como fortaleza pero su destino era ser una residencia señorial. Tiene planta cuadrada, tres torres circulares esquineras y una gran torre del homenaje. En el interior se conservan los restos de la planta inferior de las tres que tendría. Son habitaciones destinadas a la defensa, al abastecimiento del castillo y a la atención a los señores. Caballerizas, almacenes, bodega y un patio con corredores laterales. Las grandes estancias de la zona señorial el piso más alto, cuentan con amplias ventanas.
Coronando estaría el adarve, desde donde se vigilaría el exterior. A la torre del homenaje se accedía por un puente levadizo en la primera planta y una escalera interior permite subir a otras habitaciones.
Las excavaciones arqueológicas han permitido recuperar diferentes objetos de la vida del castillo, como vasijas de cocina, de almacenaje y también vajilla de mesa, fechadas en los siglos XV, XVI y XVII.
El castillo de Pioz es el emblema de un Señorío y de la propiedad de un territorio. Sirve para protegerlo y defenderlo. A pesar de su imponente construcción en el final del siglo XV, no fue utilizado en ningún ataque. Tiene una situación estratégica entre Guadalajara y Mondéjar, dominando esta meseta alcarreña.
Contenido tomado en flyer del Ayuntamiento de Pioz, Fortaleza de Grandes Señores: Equipo A de Arqueología, DIseño y maquetación: Equipo Franja, Año 2022